Hongos: ¿Cómo tratarlos y prevenirlos?
La dermatomicosis y los arestines, dos patologías muy generalizadas y que provocan serios problemas a los caballos ya que son muy molestas, dolorosas y bastantes pesadas de tratar.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Dermatomicosis
Los hongos del caballo o los hongos de la piel del caballo (dermatofitos) son una de las enfermedades más frecuentes en los caballos. Los hongos y el intenso prurito que provocan hacen que sea necesario un tratamiento antifúngico. El tratamiento de las dermatomicosis en el caballo, por lo tanto, es un componente importante de su cuidado.
¿Cómo detectarlos?
Los hongos en el caballo son muy contagiosos, dado que las esporas se pueden transferir a otro caballo en cualquier momento. En especial, suelen aparecer en épocas con clima caluroso o mucha humedad.
Al cepillar y peinar al caballo, es fácil detectar la presencia de hongos, incluso con el uso de una misma montura para varios caballos se pueden transmitir los hongos.
La dermatomicosis se manifiesta por alteraciones redondeadas sobre la piel. A menudo, la piel del centro se cura y se vuelve más oscura que las superficies circundantes de la piel.
¿Qué tratamiento debemos de usar?
Para aliviar el picor del caballo y exterminar a los hongos, lo ideal es utilizar un tratamiento antimicótico y antiprurítico. Siempre se deben perseguir dos objetivos:
Reducir la duración de la infestación.
Evitar la extensión de la dermatomicosis o infestación de levaduras.
Con el tratamiento exterior se combaten directamente o se exterminan los hongos del caballo y se alivia el picor.
Con una extensa desinfección de superficies también se combate de forma efectiva las esporas en el entorno para evitar la extensión de la dermatomicosis.
Para no dar tregua a la dermatomicosis, se deben desinfectar todos los objetos con los que el caballo pueda entrar en contacto. Esto incluye cepillos, peines, mantas, juguetes, el establo, los boxes y las superficies de apoyo.
¿Qué son los “famosos” arestines?
Se le suele llamar también fiebre de los barros. Por desgracia ocurre en todas las zonas pero principalmente en zonas lluviosas y húmedas. Se da con más frecuencia en caballos en libertad en áreas húmedas y que permanecen mucho tiempo en terrenos encharcados / embarrados.
En los caballos que permanecen en box, es menos frecuente, siempre y cuando se mantengan unas pautas de manejo y aseo del box adecuados.
En caballos que pasan muchas horas en boxes mal ventilados, con excesivo calor, con una cama sucia y húmeda, habrá muchas probabilidades que puedan contraer dicha patología.
¿Qué fácil seria de evitarlo verdad?
Es una patología que afecta más frecuentemente los pliegues de la cuartilla, talones y en algunos casos, dependiendo de la gravedad de la lesión, puede llegar hasta la parte distal del miembro, donde se pueden desarrollar colonias de hongos y bacterias. En muchos casos es una afección mixta producida por bacterias y hongos.
¿Cómo detectarlos?
Inicialmente aparece como una leve dermatitis , pero según avanza la patología , encontraremos los siguientes signos:
Irritación de la piel de la zona de los pliegues de la cuartilla, mostrándose la zona dolorida, sensible, enrojecida y con calor.
Existe pérdida de pelo.
La piel se muestra costrosa e inflamada.
Si la dolencia está muy avanzada pueden aparecer exudados provocando infecciones del miembro afectado.
Cuando está muy avanzada puede llegar a formar profundas grietas en las zonas afectadas. Estas fases son de gran molestia y dolor para el caballos.
En esas fases tan avanzadas, la cojera será marcada, aunque en las fases iniciales también puede aparecer.
¿Por qué aparecen?
Normalmente los causa la humedad y el barro en los pliegues de la cuartilla, las cuales sufren rozaduras a causa de la humedad, y pueden penetrar hongos y bacterias en los pliegues. Los arestines son una alteración inflamatoria (eczema) de los pliegues de la cuartilla.
¿Cómo podemos tratarlo?
Tan pronto como diagnosticamos la patología, debemos cambiar/evitar al caballo el entorno que le esté provocando o acentuando la patología.
Eliminar el pelo de la zona afectada incluyendo una zona de seguridad alrededor de la misma. Por favor hacedlo con muchísimo cuidado porque la zona está hiper sensible y dolorosa.
Lavar la zona si es posible con un jabón antibacteriano y antifúngico. Por favor recordar que la zona la tenemos muy dolorida por lo que NO lo hagáis con manguera a presión, ya que provoca gran dolor y no aporta ningún beneficio al tratamiento. Es muy recomendable usar algún desinfectante específico para limpiar la zona a tratar.
Remover las costras con cuidado para no dañar aún más la zona afectada. Enjuagar bien la zona a tratar. Por favor no con manguera a presión. Secar perfectamente la zona.
El pasar la toalla por la zona, una vez limpia, provoca mucho dolor ya que la zona está muy sensible y dolorida. Si fuera posible y vuestro caballo acepta el ruido, con un secador sería perfecto (no lo pongáis muy cerca para evitar quemaduras). Si no fuera posible, hacedlo con una toalla suave y con mucho cuidado.
Poner gel o cremas calmantes, por sus efectos calmantes y regenerantes muy eficaces y rápidos. Caso de que la zona estuviese infectada, sería necesario tratamiento a base de antibióticos que nos debe prescribir el Médico Veterinario.
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